Mi enfoque en el campo de la Medicina Estética, como en el resto de las áreas de la vida, no es viajar al pasado o retroceder en el tiempo, sino disfrutar del aquí y del ahora. Para eso es clave realizar un tratamiento personalizado y siguiendo muy de cerca cuales son las necesidades de cada paciente. Saber captar exactamente que busca y cómo podemos ayudarle es clave para que quedemos satisfechos, tanto el paciente como yo. Mi máxima en mi trabajo es ver como mis pacientes van evolucionando hacia un envejecimiento sano. Sentir como disfrutan de la vida con una piel que tiene frescura y salud. Envejecer es parte de vivir. Tener años es tener un acúmulo de juventud y nuestra piel debe de ser un reflejo sano y equilibrado de ello.